domingo, 25 de agosto de 2013

Cuenta regresiva

Después de Navidad y año nuevo, vino la mudanza. Tenia muchas expectativas, estaba feliz con todo lo que me estaba pasando. Los primeros días fue extraño encontrarme en casa sola con mi panza cuando mi novio se iba al trabajo. Mas extraño aun fue recibir visitas, ¿yo anfitriona? Comencé a relajarme, luego a aburrirme y después me puse ansiosa. Estaba muy incomoda con la panza, pesaba mucho y en ocasiones dolía. Me molestaba para dormir. La bebe empujaba mis costillas hacia arriba y dolía girar en la cama.Levantarme era muy costoso porque mis abdominales ya no respondían y tenia que hacerlo muy despacio para no sentir dolor y ayudarme empujando con mis brazos. Ademas de eso hacia mucho calor! llegamos a 42 °C ese verano. Fue tanto que un día me envolví con una sabana mojada y me senté frente al ventilador. Todo el tiempo tenia sed y antojo de cubos de hielo.

Comencé con clases de gimnasia preparto. Nos enseñaban ejercicios para aliviar los dolores de espalda y fortalecernos. También un medico nos hablo de la fecundación, el desarrollo del bebe, los diferentes tipos de parto que se hacen actualmente como domiciliarios o en el agua,etc. Nos comento sobre el parto natural, la cesárea, el trabajo de parto y el parto en si mismo. Fue entonces cuando comenzó mi preocupación. ¡ Faltaba tan poco! temía no darme cuenta de las contracciones, no reconocer el trabajo de parto y que se pasara el tiempo de nacer de la bebe. Algunas mujeres decían que habían tenido contracciones pero yo no y todas me decían que me iba a dar cuenta, que dolían, así que confié en ellas.
Practique las respiraciones, los ejercicios, me hice los últimos controles, comencé a preparar el bolso para internarme aunque no sabia muy bien que poner. Todos estaban ansiosos, especialmente mi novio y yo. Lo único que me calmaba era sentir los movimientos de mi bebe, su piecito empujando mi panza. Todos querían sentir como se movía pero solo respondía a mi contacto y el de su papa, si alguien mas me tocaba la panza se quedaba quieta.

Cuando estaba sola, escuchaba música porque nos dijeron que desde el sexto mes pueden escuchar y una vez nacidos, los calma la música que oyeron cuando estaban en la panza.
Las ultimas semanas no soportaba el dolor de espalda y la acidez. Tomaba antiacidos todo el tiempo. Para entonces rogaba que se adelantara el parto. Necesitaba sentirme bien pero sobretodo me desbordaban las ganas de ver a la bebe, de tenerla en mis brazos, ver su carita, amamantarla. A mi novio le pasaba lo mismo.El siempre jugaba con mi panza y le hablaba, así que le dijo " ya quiero que salgas" y creo que ella lo escucho y le hizo caso, porque dos días después nació, faltando 12 días para la posible fecha de parto que había dicho la doctora.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Lagrimas de felicidad

Puedo recordar pocas navidades de cuando era chica, festejando feliz con mi familia, hermanas, amigos, esperando los regalos, jugando, riendo. Igualmente las fiestas de año nuevo. Al crecer se volvieron fechas tristes para mi, por muchas cosas. Peleas familiares, perdida de seres queridos, mirar hacia atrás en año nuevo y ver que no había hecho lo que quería, llorar rogando que el próximo sea mejor, acostarme a dormir 5 minutos después de brindar, llorando.

Esta vez fue distinto. También llore, pero de felicidad. Tener al amor de mi vida a mi lado, mi bebe creciendo dentro, mi familia feliz por esto! que lindas lagrimas! Mirar hacia atrás no fue tan importante esta vez. Tenia mucha ilusión puesta en el futuro, en mi bebita, en mi amor, en mi nueva casa.

Esta vez también espere los regalos porque eran para ella, brinde alegre y disfrute de los fuegos artificiales pensando en como le van a gustar cuando los vea! que lindo sera ver la ilusión y la felicidad en su carita!

Nuevamente, festejar Navidad y año nuevo tiene sentido.