sábado, 1 de junio de 2013

No todo lo que brilla es oro...


Yo estaba feliz de estar con él en el campo porque a los dos nos gustaba la naturaleza,disfrutábamos del aire libre, los animales, las plantas y la vida natural, pero no era lo que esperábamos. La casa no tenia luz, usábamos velas. En verano estaba bien porque oscurecía a las 9 de la noche pero, en invierno a las 5 de la tarde ya estaba oscuro. Tampoco teníamos agua potable, era salada, así que nos traían del pueblo ubicado a unos 4 km. Estábamos rodeados de campo y no salíamos mas que para hacer compras una vez por semana. Nuestra vecina más cercana estaba a unas 10 cuadras, no había televisión, sólo una radio a pilas que sintonizaba solamente am. Teníamos que cuidar muy bien la batería de los celulares y gastar poco crédito porque no teníamos mucha plata. Leíamos algunos libros con linterna o velas, hacíamos crucigramas y sudokus.
 Yo al comienzo estaba bien pero, luego de unos meses, lloraba casi todos los días, me sentía muy sola y aburrida. Había semanas en que casi no me levantaba de la cama. Más aun, a mitad de año nos robaron durante la noche y me quede muy asustada, casi no podía dormir porque estaba atenta a cada ruido y si ladraban los perros me aterrorizaba.
Luego del robo, el proyecto comenzó a caerse y por más que tratamos, no mejoraba. El regreso a la ciudad era casi seguro, ambos sin trabajo y sin casa donde quedarnos más que la de mis padres.
De todos modos, aprendimos que la ansiedad e impaciencia no sirven de nada. Nos apuramos demasiado con el proyecto, no investigamos bien, no planificamos y todo salio mal, bueno casi todo....

No hay comentarios.:

Publicar un comentario