Tenia nauseas y algunas cosas comenzaban a darme asco, entre ellas el pan y el mate. Me desesperaba por comer carne y sanguches de miga pero rechazaba lo dulce, que siempre me gusto. Estaba ansiosa por la primer ecografía porque quería saber si todo iba bien.
Me preocupaba no haber consumido ácido fólico las primeras semanas, pues conozco su importancia para la formación del sistema nervioso del bebe.
Habiendo estudiado en mi carrera la formación del bebe, esperaba que a esa altura del embarazo todavía fuera una bola de células, seguramente porque no preste demasiada atención en mis clases. Fue mucha mi sorpresa cuando la doctora dijo que tenia tres centímetros y nos mostró el latido del corazón en la pantalla.Una pequeña luz titilaba rápidamente. Fue tan grande la emoción! Mis ojos se llenaron de lagrimas. Mi novio y yo salimos sorprendidos ¡era increíble tener una presonita de 3 cm adentro mio! Definitivamente fue la ecografía que más nos emociono. Siempre la recordamos conmovidos.
Una semana después, fuimos a consulta con la ginecóloga y escuchamos los latidos del el corazón del bebe: otra experiencia inolvidable!!
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